26 febrero, 2006

Una sombra bajo la lluvia - VI

"Aquellos a los que no podemos nombrar llegaron de la mano de los cometas, pues hay fuerzas de la naturaleza que el hombre no puede comprender, y no hay Dios ni Diablo que pueda explicar su poder. Los cometas los trajeron y los cometas los harán regresar. Sólo la sangre de los hombres marcados por los Sin Nombre pueden despertarlos, sólo aquellos con quien pueden comunicarse morirán para hacerlos vivir, pues la semilla de hace millones de años reside en ellos. El hombre es iluso, es egoista y confiado. El hombre nunca ha esperado su fin. Pero el hombre no ha estado aquí por siempre, y ellos sí." ... "Cuando llegaron fracasaron, y quedaron en el olvido, durmiendo en las montañas y en los océanos. Pero su tiempo ha llegado. El Universo alberga criaturas que la mente no puede comprender, el hombre será un esclavo a su merced. Cuando el primero despierte ya no habrá vuelta atrás. Y el momento ha llegado"
No era fácil descifrar el libro, tenía páginas dañadas y a Sara le costaba mucho traducir el Latín. El sueño les sorprendió cuando ya había amanecido. Ambos dormían desde hacía horas, Sara con el libro todavía a su lado, sobre su cama. Entonces sonó un móvil.
- ¿Sí?
- Hola Marco, soy Jamal, ¿qué tal, hermano?
- Estaba durmiendo...
- Perdona tío. Pero tengo que contaros algunas cosas...
- Dime
- La policía os busca desde ayer, alguién os vió entrar en el despacho del profesor de Historia antes de que muriese.
- Uff.. Lo que faltaba. ¿Crees que es seguro que nos quedemos aquí?
- Pues no lo sé. Quizás lo mejor será que salgáis de la ciudad. Voy a buscaros dentro de 2 horas, tendré todo preparado para irnos, estoy en esto con vosotros.
- Gracias Jamal, confío en tí.
- Pero antes de venir... ¿Puedes enterarte si algún cometa va a pasar cerca de la Tierra dentro de poco?
- ¿Qué? Te intentan matar, te busca la policía, ¿y tú te preocupas por la astronomía?
- Había algo en ese libro... - Hizo una pausa de unos segundos - No sé, tengo un presentimiento.
- Bueno, lo que tu quieras. Buscaré en Internet. Google lo sabe todo...
- Gracias otra vez. Recogeremos todo para cuando vengas.
- Nos vemos luego, tío.
- Nos vemos
- Buenos días! - Sara se había despertado - Parece que ayer nos quedamos dormidos. ¿Con quién hablabas?
- Buenos días Sara. Era Jamal, va a venir a buscarnos en dos horas. Nos vamos de aquí.
- Vaya, pensaba que podiamos tener hoy otra cena en pareja...
Se quedó callado, sonriendoo.
- Bueno Marco, ¿sacaste algo en claro del libro? - Sara rompió el silencio - Yo no demasiado.
- A mi me intriga lo de la sangre de los hombres marcados... ¿Hombres marcados por qué?
- Decía algo sobre "con quien pueden comunicarse". ¿Has probado alguna vez a comunicarte con un extraterrestre? - Sara mostraba la mejor de sus sonrisas.
- No. En su día E.T no me hizo mucho caso... En cualquier caso parece que los cometas tienen que ver mucho en este asunto. Le he pedido a Jamal que se informe.
- Buena idea. Mientras vamos a recoger todo esto. Voy a cambiarme. No mires.
- Lo intentaré.
- Oye Sara ¿Tú me ves algo de especial?
- Esa no es forma de entrar a una chica...
- ¿Eh?.... - Se sonrojó- Me refiero a algo extraordinario. Algo raro, que no puedas explicar. ¿Por qué me buscan a mí?
- No lo sé. Todo esto me supera.
- A mi también.
Recogieron su ropa, la comida y disimularon los cuchillos en sus abrigos. Ya tenían todo preparado y se relajaban tomandose una de las cervezas que le había traído Jamal el día anterior.
- Parece que tarda.
- Tiene que estar al llegar. Esta Mahou negra no está nada mal.
- No, yo no la había probado, pero me gusta.
Entonces llamaron a la puerta. Tres golpes secos y después un silencio.
- ¿Quién es?
Tras otro silencio contestaron.
- Soy Jamal.
Sara abrió la puerta con ciertas reservas, pero era tarde. Jamal cayó al suelo empujado por tres hombres de negro, armados con pistolas. Sara gritó, y uno de ellos la empujó con fuerza contra la cama. Cayó al suelo inconsciente por el golpe. Marco corrió a por el abrigo en busca de uno de lo cuchillos, pero dos de los hombres se abalanzaron sobre él. Forcejearon. Él intentaba zafarse. Por lo menos parecía que no tenían intención de matarle...
Entonces notó un golpe fuerte en la cabeza, y todo empezó a parecer borroso, la habitación le daba vueltas, mientras sentía que los hombres le soltaban. Entonces todo se volvió negro.

2 comentarios:

Gerthalas dijo...

Como siempre magnífico!!!
Eres un perro! En todos los relatos nos dejas con la intriga! Cómo se nota que se te da bien este estilo de escritura, eh?
Me quedé con las ganas de ir a tu concierto, pero he estado en Túnez de viaje de ecuador. He oído que todo salió genial. Enhorabuena.
Ah! Por cierto... ten cuidado con esos fines de semana tan movidos!
Un abrazo!

Chu Zing dijo...

A Túnez!!!! que envidia, tío... Tiene que estar genial! El concierto bastante bien, tocaremos otra vez dentro de un mes así que... ya te avisaré.

Y me alegro que te gusten los relatos, aquí ya eres un incondicional!!!

Un abrazo!