20 septiembre, 2007

Yeah!

Ufff.... ¡cuánto tiempo sin pasarme por aquí! Tengo algunas cosas pendientes - como el tedioso proceso de actualizar la plantilla, para que no salgan letras raras y eso -, volver a coger la pluma y el tintero, y quizás alguna más. Pero bueno, hoy al menos tengo alguna noticia: ya soy independiente - o casi -. Vamos, que al fin Chebax y yo hemos montado nuestro "taller" en Madrid, con lo que ello conlleva: grasa, antorchas y muchos vatios de fuckin' rock & roll. Estáis todos - o al menos la gran mayoría - invitados a visitarnos. La otra noticia es que mi matrimonio con el asfalto ha dados sus frutos, y esperamos una preciosa criatura sueca, de la que adjunto una fotillo...

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......... me refiero al coche .....

30 julio, 2007

Prince of Thieves

Por fin puedo emular a uno de mis héroes. Después de un mes de entrenamiento: el Sr. Kolap y yo ya somos ARQUEROS. Sí, en mayúsculas. Que tiemblen orcos, reyes despiadados y demás gente perversa, que voy a empezar a robar a los ricos para dárselos a los pobres. En breve tendré mi arco, mi carcaj y mis flechas, y pienso convertirme en el mejor tirador del reino.

Criaturas de la noche

Hace unos meses, con motivo de la venida de Sus Majestades de Oriente, mis hermanos me regalaron eso que se llama "un libro de culto". ¿Y de qué culto? Del vampiresco... Ya se sabe, Nosferatus y demás. Parece ser la obra clave del género. Es la segunda parte de Entrevista con el Vampiro, de Anne Rice, y tiene por título Lestat, el Vampiro. Empezando con que el nombre no es muy original, y que la trama es mejorable - aunque me queda todavía bastante libro -, lo peor de todo es que está muy mal escrito. Para gustos, ya se sabe... pero a mí me está decepcionando bastante. Y no entiendo por qué un género tan interesante como el de los vampiros, hombres-lobo y demás criaturas de la noche, está tan desaprovechado. En la gran pantalla, salvo Blade, que se salva, nunca sacan una buena peli del asunto. Underworld prometía, pero se quedó en eso. A ver si veo la peli del libro antes citado: Entrevista con el Vampiro, que dicen que no está mal... Bueno, ya sabéis que soy fan de Buffy -The vampire slayer- pero tampoco está bien visto hablar bien de esa serie, así que mejor me callo... :-)

Y como dice mi amigo Tony McKarman: "los vampiros te quieren chupar la sangre, y los funkys te obligan a escuchar jazz."

Pd: y esta es mi entrada número 100!!!

11 julio, 2007

Un poco de todo

Aprovecho la enésima vez que me he puesto malo - esta vez no ha sido para mucho, un día en casa y una sesión de mi curso de Robin Hood perdida, que es lo que más me jode...- para darme un garbeo por aquí. Que no quiero que estas páginas se queden en blanco, y espero el día en que vuelvan las historias que perdí en alguna parte de mi imaginación. Después del último concierto - en el festival medieval de Hita, todo un lujo para los sentidos - he desplegado casi todos mis trastos musicales por mi habitación, hasta el punto de que escribo estas líneas sentado en la cama, porque apenas hay sitio de sacar la silla. Algún día me gustaría convertir mi habitación en un lugar donde convivan, con cierto desorden, todo tipo de instrumentos y amplificadores - y algunas válvulas desperdigadas por ahí... - , un MAC con lo necesario para grabar un sonido de garaje, y multitud de libros. Y también, mi cachimba, alguna foto y algún poster - si pueden ser, de lobos o de bellas mujeres. Aunque bueno, mi pequeña guarida se parece ya bastante a eso.

Hace un par de semanas realicé la hazaña que os comenté por aquí. Dos días seguidos, en dos países diferentes, viendo a la banda más grande de América - y que el Box y Aerosmith me perdonen-: 'Tallica. Increíble. Tengo que decir que yo soy de los que me gusta el Load - tiene un sonido acojonante - así que no creo que sea muy objetivo, pero, en cualquier caso, se lo contaré a mis nietos, si consigo llevarlos por la senda del Surf y el Rock & Roll.

Por otro lado, espero estar emancipado en breve, estáis todos invitados a mi nuevo hogar, cuando lo encuentre... Y la semana que viene me pierdo una cita importante. Como piratas y marinos avezados, el Capitán Chebax y sus grumetes surcarán los mares en busca de alguna galera a la que abordar - o quizás, alguna alemana a la que abordar xD -.

Yo, mientras, me pondré el disfraz de lobo, para adentrarme otra vez en las montañas, con la otra mitad de mí, que andábamos un poco desperdigados...

02 junio, 2007

And the road becomes my bride


Hace mucho que tenía que haber puesto esta foto. Me espera un verano de mucho asfalto, mochila y heavy metal. Bienvenidos a un nuevo enlace: 'El Turco' y la Carretera.

Góticos y Asiáticos


Hace mucho que no me pasaba por aquí... Ni por muchas de vuestras bitácoras - que parece que queda mucho más cool que blogs - a dejar algún comentario. Así que os voy a hacer un breve resumen de qué tengo entre manos:
Por un lado, estuve unos días en Köln, Alemania, en un viaje de trabajo. Trabajé más de lo que preveía, pero tuvo sus compensaciones. Debido a la poca profesionalidad de la agencia de viajes que trabaja con mi empresa, tuve unos cuantos problemas con el hotel y el avión, que resultaron beneficiarme. Sobre todo en lo que se refiere al alojamiento: acabé viviendo cuatro días en una suite de dos plantas -con sus dos baños, y su sala de estar- en un hotel de cinco estrellas, con sus botones y todo, y con servicios estándar como limusina con chófer... (que no usé). No lo pude disfrutar mucho, pero la experiencia no creo que se vuelva repetir, así que hice lo que pude. Parece ser que por ese hotel han pasado, entre otros Mr. Brad Pitt y Madonna. Eso sí, lo mejor, la catedral de la ciudad. Nunca he visto ninguna tan espectacular, una joya del gótico en la que daban ganas de hacer un video-clip de esos con mucha cera y cantante femenina con voz angelical, como a mi me gustan.
Por otro lado, últimamente tengo drogodependencia con la comida asiática. Ayer mismo comí en un chino y cené comida del Mandalay -el asiático por excelencia de Wad-Al-Ayara, que os recomiendo visitar... - Así, en este mes he cenado unas cuantas veces allí, en varios chinos y en un restaurante japonés en Madrid -por Sol- que está muy chulo. En este último estuve acompañado por una china y un camboyano -perdón, un burgués- en una mezcla de culturas bastante molona.
Sigo liado también con mis mil ensayos y mis conciertos, teloneamos a Kiko Veneno hace poco y estuvo bastante guapo, con un escenario muy tocho, y un Mesa Boogie 400+ para mí solito. Por lo demás, tengo pensado sacarme la licencia de tiro con arco con RKP este verano -¿alguién se apunta?- y ya está bastante preparado mi viaje a las High Lands, para descubrir los rincones más perdidos de Escocia.
Seguiré con mis escritos cuando el tiempo y la inspiración lo permitan, tanto con El Laberinto de las Entrañas de la Tierra, como con diversas historias de uno o pocos capítulos que tengo en el tintero. Y a ver si actualizo la plantilla de una vez, que salen símbolos raros, pero es que con la nueva versión de blogger me da un poco de pereza...

Surf, Girls and Rock & Roll

22 abril, 2007

La Princesa del Hielo

Tambaleándose sobre su caballo, con la espada quebrada, sin armadura, aquel joven apenas si podía expirar un aliento de vida. La sangre brotaba por el costado, manchando sus raídas ropas. Ante él, una tierra árida se extendía hasta más allá de donde el horizonte delimita la tierra. Llevaba varios días atravesando ríos, bosques y desiertos, comiendo raíces y frutas, y bebiendo agua de los manantiales ocultos de las montañas, pero sin encontrar a nadie que acudiese en su ayuda. Había conseguido huir de la batalla, pero nunca volvería a casa. Lo había perdido todo. Que más daba. La luna llena desafiaba las fuerzas de un hombre demasiado joven para morir, pero que ya lo había visto todo. Nunca se creyó valiente, pero lo había sido. Quizás más de lo debido.

Las nubes tapaban la luna, jugando a dibujar tenebrosas sombras en su silueta. El viento soplaba cada vez más helado. Ya no había árboles de los que recoger una manzana o un higo, ni raíces ocultas bajo la tierra. Ni un atisbo de vida. Había caminado sin rumbo, y empezaba a perder la esperanza. Empezó a nevar. Al principio, poco a poco, hasta que, cuando las nubes taparon la luna, la nevada era tan intensa que perdió de vista el horizonte, y hasta la tierra que pisaba. El caballo, cansado, apenas si daba ya unos cortos pasos. Sintió desfallecer, mientras un dolor agudo en la pierna le recordaba que sus heridas seguían sangrando. Le fallaron las fuerzas y notó como se deslizaba por el lomo de su montura y caía sobre el suelo helado. Vio alejarse al caballo lentamente, demasiado cansado como para esperar a su dueño en una muerte segura. Y durante mucho tiempo, eso es lo último que vio.

Pero despertó. Despertó sobre una cama de nieve. Una cama hecha de nieve virgen, con columnas de hielo como dosel. No creyéndose lo que veía, se frotó los ojos. Pero era real. A su alrededor se extendía una enorme habitación de hielo, completamente helada. Sin ningún otro color que un blanco reluciente, casi transparente. Y entonces entró. Sus largos cabellos castaños caían sobre los hombros. Su tez, pálida, acompañada de dos penetrantes ojos verdes. Un largo vestido blanco reposaba sobre su cuerpo con extremada ligereza, y unos preciosos zapatos de hielo cubrían sus pies. Al momento, el joven supo quien era aquella mujer, de hechizante belleza: La Princesa del Hielo.

El nunca había creído aquella leyenda, que contaba como una joven fue condenada por retar a un semidios. La sentencia: vivir encerrada toda la eternidad, en un palacio de hielo. Y estaría sola, pues todo aquel que se acercase a ella moriría congelado al instante. Y allí estaba, delante de él, mirándole con ojos de ternura. Y el sabía que iba a morir, pues nadie sobrevivía a su aliento helado. Pero mejor morir por una caricia de la más hermosa de las mujeres, que abandonado en el desierto. Ella se acercó lentamente hasta su cama de nieve, y el joven sintió frío, un frío que empezaba a parar la sangre de sus venas. Entonces, en un último esfuerzo, cuando ella estaba lo suficientemente cerca, el joven se levantó, y la besó.

Y la cara de la joven princesa del hielo esbozó una sonrisa cuando, separándose del caballero, vio que seguía vivo. Se miraron, sin entender lo que pasaba.

- Estás vivo...
- Sí…
- Nadie vive después de tocarme, es mi condena... Pero tú.. ¿Por qué me has besado, sabiendo que ibas a morir?
- Para morir feliz

Y ella, esbozó una sonrisa que se reflejó en las paredes del palacio. Una sonrisa que hacía años que no aparecía en sus labios.

- ¿Serías capaz de deshacer mi hechizo?
- ¿Hay una forma?
- Una flor de las montañas del Sur, una bonita flor azul, llamada flor del mar, puede romper mi condena. Nunca se lo pude decir a nadie, pues nunca nadie pudo siquiera tocarme.
- Yo romperé ese hechizo, pero quiero algo a cambio...
- Poco puede ofrecerte.
- Me conformo con uno de tus cabellos...
Y así, un día después, después de largas horas de conversación y completamente repuesto, un joven caballero partía hacía el sur para salvar a una princesa. A una princesa de hielo.

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Esto lo escribí hace ya bastante tiempo, quizás en otro lugar y en otra vida, pero quería dejar testimonio de este cuento, y de que, todavía, me conformo con uno de tus cabellos...

No me he olvidado de la otra historia, un día estará completa.

08 abril, 2007

Frozen

No recuerdo haber vendido todavía mi alma al diablo, pero si en el infierno hace frío, yo ya lo tengo superado... O alguien me puso veneno en la comida - que lo veo poco probable - o el mismísimo ángel negro me hizo una visita -algo mucho más verosímil -. El caso es que, a pesar de tener tres mantas encima, y abundante ropa, no he pasado nunca, y espero que hasta dentro de mucho tiempo, tanto frío. Al resto de síntomas, más o menos estoy acostumbrado. Pero a no poderme mover de tanto temblar de frío... ufff. Está claro que los rockeros vamos al infierno. No os preocupéis, que ya estoy bueno - en todos los sentidos, claro, xD - pero mi visita al Averno no me la quita nadie. ¿Por qué uno se pone malo en vacaciones y se recupera cuando toca la vuelta al tajo?
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Volvería a atravesar las puertas del infierno, si me esperases dentro... - Skizoo

31 marzo, 2007

The Four Horsemen come back

28 de Junio - Lisboa
29 de Junio - Bilbao

Si funciona mi plan, ya puedo morir feliz. Aunque esta vez no consiga pase VIP...

Do u want heavy? 'Tallica gives you heavy, baby!!!

29 marzo, 2007

Angels

Os tengo que anunciar que me he enamorado... Es una holandesa morena, terriblemente guapa e increiblemente simpática. Y tiene una voz que ni los putos ángeles. Si queréis ver una foto, mirad dos posts más abajo...
¡Vaya conciertazo!
Una buena rockera de telonera, nada menos que la hija del puto jefe del bajo, Mr. Steve Harris. La chica, de nombre Lauren, apunta maneras. En todos los sentidos.
Y los Temptation, uffff... dos veces les he visto y su sonido sigue sin fallar, suena contundente y compacto. Todo el grupo estuvo a la altura, y Sharon, más. Su vestido, sus movimientos, su conexión con el público y, sobre todo, su voz. Lo malo es no haber conseguido su teléfono...
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I see the angels, I'll lead them to your door. There's no escape now, no mercy no more. No remorse cause I still remember... - Within Temptation

20 marzo, 2007

Pardiez

Ójala el bueno de Don Francisco no se entere que, en estos últimos tiempos, he tirado más de hierros que de pluma. Que me he batido por damas, castillos o galeras, más que manchado de tinta mi pluma de águila. Pero a veces son tiempos de lances, y que no se diga que no me bato con valor en las situaciones más adversas. Y así, enjuagué las penas en cada taberna, de Nápoles, Arriaca o Córdoba, con buen vino castellano, y me calé el sombrero cada noche, tambaleándome entre las sombras, apoyándome en las esquinas, pero sin que nadie se atraviera a tutearme, o siquiera a vosearme, sin encontrarse con un palmo de acero en las costillas. Pero no es buen soldado quien no tiene buenos camaradas. Que uno no gana batallas sin un Copons a su lado. Sin un camarada que diga más en los silencios que en las palabras. Así, quizás todos nosotros, abordemos galeras hasta la eternidad gritando el nombre de Angélica de Alquézar, o de la dama que haya tenido la suerte, o la desgracia, de amarnos. Yo, al que llaman el Turco, en el siglo vigésimo primero, en el pueblo al que los romanos llamaban Arriaca y el moro rebautizó como río de piedras, alzo mi copa para todos aquellos que un día se batieron a mi lado. Y, pardiez, que no sé si son muchos, pero valen por mil.

03 febrero, 2007

What have you done?

Ayer, casi por casualidad, escuché un tema que va camino de incluirse en mis clásicos particulares. El nuevo disco de los holandeses Within Temptation está al caer, y ya tiene una joya en forma de vídeo en http://www.myspace.com/withintemptation. Y lo mejor, que dentro de menos de dos meses estarán de nuevo en La Riviera, como hace año y medio, para una descarga del mejor rock gótico del planeta. ¡¡¡¡¡Que alguien me acompañe, por favor!!!!!!

20 enero, 2007

No sé si por tener un buen catarro, porque algo me remueve la conciencia o por otras razones con las que no llego a atinar, anoche debía estar muy cansado. A eso de las 7 decidí tumbarme un rato en la cama, después de una sesión de Bevilaqcua y Chamorro, para descansar una horita, antes de quedar para rockear con los Hi-Clay. Totalmente desconcertado, escuché la voz de mi madre diciéndome que si me ponía un vaso de leche. Ante mi sorpresa, me confesó que eran más de las 12 y media de la noche. Confieso que antes no me había notado tan cansado... Me leventé, y me hice un perrito para matar el hambre. Comprobé que 5 horas de siesta no habían sido suficientes, y me volví a dormir.
Dormí inquieto -soñando con pruebas subjetivas y las spice girls - y, como es normal, me levanté temprano. Y jodido. Desayuné un poco y me volví a enfrascar en las últimas 50 páginas de La Reina sin Espejo. Llamé entre medias a una joyería, en la que tienen secuestrado uno de mis más preciados objetos: un reloj de bolsillo que me regalaron mis hermanos y que es, simplemente, la mayor obra de arte - que no sea de carne y hueso - que ha pasado por mi manos. Ya lo habían curado, pero decidí, sobre todo por vaguería, no ir a recogerlo hasta el lunes. Así, terminé descubriendo al asesino de Neus Barrutell, y, con un increible mono de escribir, terminé el capítulo de mi historia que aparece publicado debajo de estas líneas.
Entonces fui a la cocina, y descubrí, en el lateral de mi frigorífico, una Budejovicky Budvar. No me pude resistir a la tentación, pues era la mejor compañera para empezar a ser un corsario de levante. Y, ¡pardiez!, en ello ando.

13 enero, 2007

El laberinto de las entrañas de la Tierra - IX

Sentada en el ya viejo Ford Fiesta de su madre, Isabel daba buena cuenta de un bocadillo de chorizo picante y de una lata abollada de cerveza sin alcohol. El área de descanso estaba prácticamente vacía, salvo por un coche negro aparcado lejos del de la chica, en el que se podía intuir, por sus sombras, cómo dos personas se daban al mejor de los placeres. El cielo estaba despejado, y las primeras luces de alba se dejaban ver rodeando los molinos de viento modernos destinados a derrocar a la energía nuclear, y a acabar con los paisajes de media Europa. Mientras tanto, los pensamientos de Isabel se debatían entre una mezcla de sueño, incertidumbre y un agudo dolor en la conciencia. Sueño, por haberse despertado poco más tarde de las 3 de la mañana. Incertidumbre, por no saber con exactitud si encontraría algo en el lugar al que se dirigía, si toda esa locura valdría para algo. Y dolor, por haber dejado tirada a su madre, tan sólo con una nota en el salón como aviso, y por haber dejado tirado el trabajo, sólo por un presentimiento, sólo por descubrir en que lugar y en que momento su pasado se cruzó con el de un noble francés, y una bella mujer y un sabio nórdicos de la Antigüedad.
Se encontraba en algún lugar de la N-II, en la provincia de Zaragoza, y se dirigía a un pequeño pueblo del norte de Francia. Y todo por una dichosa anotación en su dichoso libro. No terminaba de encontrar la razón por la que se preocupaba más de la vida de un antepasado del siglo XVII, que por la suya propia, que ya de por sí estaba bastante cargada de problemas. A veces se criticaba a sí misma por no ser lo suficientemente valiente para afrontar el futuro. Quizás para abordar su viaje con más serenidad y claridad, se quedó parada más del tiempo que había previsto. Apuró su cerveza y encendió el viejo cassette del coche. Allí estaban los Scorpions y, como no podía ser de otra forma, una de las mejores baladas de la historia del rock. Isabel abrió su bolsa de viaje, en la que apenas llevaba un par de pantalones, dos camisetas y ropa interior, aun sin saber cuanto tiempo tardaría en volver, y cogió con cuidado el libro, como si fuese un recién nacido, una flor en peligro de extención o la primer guitarra de Jimi Hendrix. Pasó las páginas una a una, sin detenerse en nada en concreto, pero acariciando cada palabra y cada anotación como si de eso dependiese su vida. Así llego a la página 52, donde, casi borrado por el paso del tiempo, aparecía incompleto el nombre de un pueblo galo.
- Still loving you... -tarareaba mientras cerraba el libro, lo volvía a dejar con cuidado sobre su ropa, y quitaba el freno de mano.
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Apenas pudo recuperarse del estupor, el inspector salió disparado detrás del coche negro en el que su hija viajaba con una elegante rubia, de la que no tenía buenas referencias. Desde luego, aquella mujer con aires de modelo no corroboraba aquel dicho machista sobre las mujeres y el volante. La precisión de sus movimientos, y la habilidad para no morir estrellada al saltarse varios semáforos en rojo a más de 70 km por hora, delataban que no era una conductora primeriza. No cabía ninguna duda de que la mujer se había dado cuenta de la presencia del inspector. Y Jean se maldecía a sí mismo por no haber sido más discreto. Una persecución en mitad de París, con su hija en el interior del coche de los malos, no era lo que precisamente se conocía como una buena acción policial. Tenía que despejar la mente, pero tenía que estar concentrado en no perder aquel Alfa Romeo, que con la lluvia cada vez más intensa que caía, no era tarea fácil. Podía haber llamado a sus compañeros, pero no lo hizo. Quizás por la intensidad de la situación, o porque era algo que entraba en el terreno personal, o porque, en las películas de polis, ni Will Smith, ni Denzel Washington, ni siquiera Morgan Freeman, piden ayuda en una persecución de caracter personal. Lo que le extrañaba es que ningún coche patrulla hubiese sido alertado de tal alteración del orden público, lo que le llevo a pensar en la profunda reforma que requería el cuerpo parisino. Se deshizo de tan poco provechosos pensamientos, cuando ya estaba atravesando los extraradios de la ciudad, y entraban en una carrera regional de doble sentido.
Jean pisó un poco el freno, para no matarse -habían pasado muchos años desde su último curso de conducción evasiva - y para seguir a su hija y acompañante desde una distancia más prudencial, haciendo que la rubia se sintiera un poco más cómoda y, por tanto, disminuyendo la posibilidad de que ella y Claudia se estamparan contra un árbol en cualquier curva.
Con las revoluciones de su coche un poco más contenidas, Jean se puso a pensar en la situación. ¿En qué coño estaría pensando la secuestradora, o sus cabecillas, o quién fuese, para secuestrar a la hija del poli que investiga el caso? Por otro lado, no parecía que se la hubieran llevado a la fuerza, aunque lo mismo parecía en otros casos, como en el del griego Vasili, o el de la gimnasta que atormentaba sus pensamientos desde hace días, y de la que, como siempre desde que el expediente de su desaparición había aparecido en su mesa, llevaba un foto en el bolsillo de su chaqueta. También llevaba una foto de sus dos hijos, Jacques, el pequeño, y Claudia, con una sonrisa todavía inocente y perfecta, pero que empezaba a delatar que ya no era una niña. Jean sabía lo rebelde que era su hija, y los problemas que habían tenido en casa por sus salidas, sus ausencias del colegio y su total pérdida de la inocencia, por otro lado, normal para una chica de su edad, pero sabía que era una chica lista, y que, a pesar de todo, se cuidaba de no meterse en algunos lugares difíciles de la vida. Por eso no entendía qué le había llevado a meterse en un coche con una mujer desconocida, en la misma puerta de su casa.
Jean seguía de lejos al coche negro, casi invisible ya, debido a la lluvia que no cesaba. Sonó el móvil, que descansaba en el asiento del copiloto. La melodía de Heartbreak Hotel le indicaba que era su esposa quién llamaba en tan inoportuno momento. Era a la única persona a la que tenía asociada una melodía distinta. Y no sabía muy bien si por amor, o para saber que era una llamada que no podía rechazar, o le caía una buena bronca... Años atrás se podía haber considerado un tipo duro, pero ahora se consideraba más bien un vasallo más del enorme reino de los llamados calzonazos.
- Joder, me vas a matar, si es que no me cuesta el divorcio... - y, cogiendo el móvil con cuidado para no salirse de la carretera, apretó el botón rojo rechazando la llamada.
Diez minutos después estaba metido en una tortuosa carretera mal asfaltada. Lo que más le preocupaba era que no tenía muy claro que camino había seguido. Y por otro lado, parecía que a la dulce rubia del Alfa Romeo no le preocupaba lo más mínimo que le siguiera, porque no había acelerado más en ningún momento, y su coche se seguía intuyendo entre la lluvia. Jean se sentía estúpido por no haber tomado más precauciones, o no haber estado más atento a la situación. Quizás por ello, cogió el móvil, dispuesto a llamar a la comisaría central de París. Justo cuando volvió a levantar la vista, la figura de un árbol enorme apareció a pocos centímetros de la luna de su coche. Y, creyendo intuir un relámpago a lo lejos, y sin los suficientes reflejos para hacer nada, oyó el estruendo de su coche estrellándose contra el árbol. Y después, todo se volvió negro.
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Hay veces que uno no encuentra la inspiración, otras, que la encuentra, pero no tiene ganas de escribir y otras, como hoy, que no la encuentra demasiado pero necesita coger la pluma y el tintero, o el teclado del ordenador... Siento el retraso...

Entre gigantes


Sólo espero que digan que crucé ríos, bosques, valles y mares. Qué subí montañas, y escuché la música de los astros. Que robé el espíritu del viejo lobo que no se cansó de cazar. Sólo espero que digan que estuve loco. Nada más. Con eso me vale. Cuando algún día me vaya de este mundo, quemen mi cuerpo, junto con una moneda para Caronte, y arrojen las cenizas al más profundo de los océanos. "Y si alguna vez cantan mi historia, cuenten que caminé entre gigantes".

Foto realizada por rkp

01 enero, 2007

11193

Ya puedo decir que sufro más cuando no salgo a correr... Ese numerito de arriba es mi puesto en la San Silvestre Vallecana 2006, que para ser la primera vez no está mal. Mi tiempo: 1 hora y 18 segundos. A 6 minutos el kilómetro, que no es ir demasiado rápido, pero adelantar era realmente complicado, ante tal marea humana que hacía que se produjesen todo tipo de atascos. Kyk también estuvo allí, compartiendo la experiencia, y aunque no pudo conmigo xD, estuvo cerca (te he buscado en la clasificación...). Y David, Celia, Raúl, Eva, Dani (43' ufff...) y David también se ganaron la cena, con una de las mejores formas de terminar el año... Sobre todo para Celia, que tuvo el honor de ser salvada cuando se tropezó con el carril bus, nada más y nada menos que por Spiderman...
Además, este año seguía siendo Promesa... que siempre está bien que te digan que eres todavía joven. Yo el año que viene repito ¿y tú?