18 noviembre, 2008

La Coquette

Avanzábamos con la espalda buscando siempre la pared más cercana, la mano apoyada en el acero, y el sombrero bien calado. Primero "el Madrileño", y yo el último. En medio nuestras invitadas de las vascongadas. Acabamos de apurar una copiosa cena, de esas de muchos "voto a tal", de las que corre la cerveza y la carne ensartada en brochetas. Al poco nos reunimos con "el Manchego" que, a lomos de su nuevo corcel, traía a su amiga y amazona personal.

La noche de Otoño, aunque fría, estaba despejada y, aunque torciamos las esquinas con cuidado y no quitábamos ojo de las sombras, nos sentiamos relativamente seguros. Que no somos del todo cobardes, y menos cuando hay mujeres de por medio.

El candil de la puerta indicaba la entrada al antro, donde desde las escaleras ya se apreciaba el sonido melancólico de la música, como un recuerdo de otros lugares, quizás de más allá del océano. Con cierta dificutad conseguimos una mesa, y pedimos a los taberneros las primeras rondas de cerveza. Dos bellezas hispanas - y digo bellezas exclusivamente por el tamaño de los pechos de la primera y la total desinhibidez de la segunda- coqueteaban, vete a saber con qué motivos, con dos herejes, quizás de Flandes, quizás hideputas ingleses. Nosotros reíamos al son de la escena, pediamos más cerveza - e incluso robábamos, que para eso íbamos cargados de aceros - y hablámos de nuevas batallas, de la incapacidad de nuestros gobernantes y de las bondades de nuestras mujeres. Que por Dios yo, a pesar de que andaba ya cansado de tanto negocio de espada y se me cerraban los ojos, le hubiese metido dos palmos de toledana o vizcaina a cualquiera que se acercase a mi capitana.

... por eso levanto hoy mi copa por vosotros, hermanos que juntos, de taberna en taberna, y de lance en lance, hemos ahogado las penas y celebrado las alegrías, ya sea empapados en cerveza, o en sangre ...

El Turco, o el Alcarreño, según prefieran

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha encantado el fragmento, para cuándo un relato de una de tus hazañas? ;)

Un abrazo!

Chu Zing dijo...

Claro, como eres uno de los protas... ;-)

No sé por qué no tengo tu blog enlazado, luego lo soluciono :-)

¿Nos veremos en algunas birras esta semana? ¿Cómo va tu nuevo hogar?

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Eres un genio brother.

Celi

kykoche dijo...

mil perdones por no comentar antes esta peazo de entrada. Las últimas semanas de curro han sido muy duras...

El otro día volví a darle una oportunidad a la peli de nuestro amigo el mamarracho ("no jodamos, Don Francisco") y tenías razón, me gustó mucho más que la primera vez que la vi.

pero qué grande que eres, 'Turco'!! Tu prosa nada tiene que envidiar a la de Don Arturo!

un abrazo... y prepárate para cruzar nuestros aceros el 31 por las calles de Madrid ;)

Gerthalas dijo...

Si sigues así, pronto Pérez Reverte te incluye en su patente de corso...
Te vas a ganar un puesto entre los buenos literarios!

Chu Zing dijo...

Gracias por tanto halago :-) Pero no es cosa mía; mi prosa, que no es sino una copia de la de Don Arturo, se basa en vosotros, compadres que no faltáis a ninguna batalla en Flandes, ni a ningún lance en el callejón de San Ginés...

El miércoles pelearemos de nuevo, Kyk, aunque creo que no estoy en mi mejor forma...

¿Cómo va todo, Gerthalas? Habrá que verse pronto...

Hermana Celi, se te echa de menos, ¿para cuando unas tabernas de las que nos gustan? o una cachimba en una tienda en el desierto de Marruecos...

Anónimo dijo...

Que grande