No tengo muy claro cuál fue la neurona que se me cruzó para decidir que el trabajo, mis varios proyectos musicales y mis intentos por terminar la EOI... eran poco para mí. Debió ser en un atragantamiento cerebril cuando decidí, nada más y nada menos, que convertirme en He-Man. Podía haber elegido a Lupin, al Comandante Cobra o a Terremoto Earthquake (curioso nombre...). Quizás hubiese sido mejor. Pero no, elegí a He-Man. Así que aquí estoy, decidido a convertirme en un Máster del Universo (o de la Sociedad de la Información, no lo tengo del todo claro...).
Esto tiene unas leves consecuencias, que derivan en otras. Las primeras son dos, principalmente: duermo mejor y, desde las 7 de la mañana que abandono mi dulce hogar cada mañana, pasan unas 14 o 15 horas hasta que vuelvo a regresar. Las consecuencias que derivan de éstas son quizás más importantes: tengo menos tiempo para leer y comentar blogs (y para escribir en el mío). Así que no os alarméis si no os comento demasiado, o si esperáis años a una contestación de un mail. Me he dejado un hueco por la noche en mi horario para dichos menesteres...
Pero está claro que Esqueletor no va a poder conmigo...
4 comentarios:
ey, la asociación entre el Máster y He-Man me ha molado... por el podeeeer de Greyskal!
de todas formas, tampoco desesperes, siempre podrás escribir/leer blogs en tus horas de trabajo
Ánimo, tío ;)
Repite conmigo, tu postgrado es bueno para ti y para tu empresa.
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